30.8.09

Fue como en los sueños que tantas veces se han repetido una y otra vez en mi cabeza. Las mismas sensaciones, el mismo cosquilleo por el estómago ...todo igual pero multiplicado por mil. Esta vez ha sido real y seguro que no cae en el olvido como esos sueños que me dejaban la miel en los labios para luego escuchar la voz de mi madre diciendo:
-Pablo, vamos, que son las 7 y media.

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