17.9.09

¡Joder Pablo, estoy hasta los huevos de llevar tu regalo!
Con esto se destapaba la sorpresa que daba origen al café de aquella tarde.
Según Juanfra, lo que iba en esa bolsa de Zara explicaría muchas cosas.
Después de dar varias vueltas por Almería llegamos a la “calle de los recuerdos”.
Sentados en unas escaleras esperamos a que una de las culpables de todo aquello apareciera. Cuando por fin lo hizo, Juanfra no aguantó más y me dio la bolsa con el regalo envuelto en papel pinocho.
Es difícil abrir un regalo envuelto en papel pinocho.
-¿Esto qué es? ¿Un puzzle?-pensé.
No, no era un puzzle, mejor aún, se trataba del nuevo disco de fito&fitipaldis, y no solo eso, era la edición especial, con libritos y dvds incluido. Me sentía como un niño con zapatos nuevos.
Tuve que esperar bastante para escucharlo, no lo olvidemos, habíamos quedado para tomar café. Pero bendita la espera, ¡cómo disfruté!… muchos descubrieron la C oculta que hay en el logo de Carrefour, hubo tensiones, enamoramientos inesperados, azúcar para calmar los nervios…en fin, todo un espectáculo.
Cuando finalmente llegué a mi casa no quise esperar más y puse el disco directamente en la pista dos, la uno ya estaba muy trillada de semanas anteriores.
Joder, que bien sienta escuchar música.
Me deleité con la potencia de la batería, los solos de saxo y la fuerte presencia de las guitarras.
Era curioso, un disco nuevo que recordaba a otros más antiguos en una etapa nueva de mi vida.
Mientras lo escuchaba pensé que era inevitable que cada canción me recordara a ella. Cuando dentro de unos años lo vuelva a poner seguramente volveré a pensar en su sonrisa, para bien o para mal.
Puede que no sea el mejor disco de Fito, pero es el único que ha marcado una etapa de mi vida. En él, aparte de diez canciones se grabaron muchos recuerdos.
Tengo suerte de tener unos zapatos convencionales.