10.5.12

SENTADO...

Echar de menos las noches veraniegas, con la ventana abierta, dejando que entre el aire, tumbado en la cama, con los brazos y las piernas estiradas, como un paracaidista que está cayendo.
Y mientras, por la ventana, entra el olor de la caja de los gusanos de seda.

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